viernes, 12 de octubre de 2012


EL SILAJE DE TRIGO A LA ORDEN DEL DÍA

Las incertidumbres sobre la comercialización del trigo ayudaron a incrementar el picado de estos cultivos para sumarlo a las tradicionales reservas forrajeras. De la misma forma que la cebada, desocupa el lote temprano permitiendo sembrar una soja que por la fecha puede ser considerada de primera.
Las dificultades comerciales que encontraron los productores durante las últimas campañas trigueras generaron desconfianzas que se manifiestan en cambios de los esquemas productivos. Entre ellos, éste año aparece la tendencia a incrementar el picado de lotes de trigo para transformarlos en silajes que se suman a los tradicionales de maíz, sorgo y pasturas. Estos cultivos de trigo aparecen, junto con los de cebada que tienen el mismo destino, como una muy buena alternativa para incrementar las reservas y a la vez desocupar el lote en fechas que permiten la siembra de soja en fechas tempranas.
El momento para realizar el picado depende, como ocurre con cualquier otro cereal de invierno, del destino que se le quiera dar a ese recurso. Si lo que se precisa es un alimento rico en proteína se realizará en etapas más tempranas, por ejemplo cuando empieza a encañar, pero esto irá en detrimento de la cantidad de materia seca obtenida por hectárea. En cambio, cuando se pica en estados más avanzados, como grano pastoso, el alimento obtenido será energéticamente más rico y ofrecerá un mayor volumen de  producción. La última es la modalidad más acostumbrada en los picados de trigo, ya que se trata de obtener un recurso similar al maíz o sorgo, que es lo que se está tratando de reemplazar, al menos en parte, con el cereal de invierno.
El picado de trigo con grano pastoso “logrado”, es decir con un poco más de materia seca – del orden del 35 al 36%- ofrece la posibilidad operativa de hacer un silaje con corte directo, evitando el preoreado y rastrillado. De esa forma se obtiene un buen material sin el contenido de tierra que surge de esas tareas, a la vez que aparecen rendimientos elevados que superan las 20 toneladas de materia verde por hectárea.
Los costos que publica la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros en su página web (www.ensiladores.com.ar) señalan que la confección del silaje de un cultivo de trigo con un rendimiento estimado de 20 toneladas de materia verde por hectárea y 35% de materia seca al momento del picado tiene un costo de $ 682 por tonelada de materia seca. Mientras que la confección de un silaje de maíz con un rinde de 45 toneladas de materia verde y 35% de materia seca es de $ 429 por tonelada de materia seca. Sin embargo, juega a favor de los resultados económicos del trigo que el picado se realiza en octubre o como muy tarde a principios de noviembre y por lo tanto permite ocupar el lote con una soja que por fecha de siembra es prácticamente de primera.
Para el picado de trigo se deben tener en cuenta las mismas recomendaciones que existen para otros cultivos. Una de ellas es que el tamaño de picado sea el correcto de acuerdo al tenor de materia seca que se está ensilando, teniendo en cuenta que si se trata de un silo bunker se debe tener un poco más de humedad para que se pueda ensilar mejor. En cuanto al manejo del cultivo se deberá poner cuidado en todas las etapas, desde la elección del lote hasta el mejor tratamiento fitosanitario. Es decir respetando el axioma  “El mejor cultivo para silaje es el mejor cultivo para cosecha”.

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