miércoles, 10 de octubre de 2012


Con la soja, los productores juegan a la ofensiva

En un año Niño están dadas las condiciones como para apostar a fondo al cultivo con una estrategia integral que tenga como objetivo lograr los máximos rendimientos.
Si se cumplen los pronósticos, la soja volverá a marcar en la campaña 2012/2013 un nuevo récord de siembra, según informó anteayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que estimó en 19,7 millones de hectáreas el área con la oleaginosa. Así es como los productores ya tienen la campaña encima y en sus cabezas han trazado las estrategias para siembra, nutrición, control de plagas, malezas y enfermedades de la soja modelo 2012/2013.
Teniendo en cuenta la presencia de un año Niño, con mejores condiciones iniciales, parece que han decidio jugar a la “ofensiva” con todas las variables del cultivo. Como Alberto Marchionni, productor de Hughes, Santa Fe, que dijo a la nacion lo que piensa hacer en materia de variedades y grupos de madurez para este ciclo.
“Teniendo en cuenta que pronostican un año Niño, la estrategia es utilizar ciclos más cortos de alto potencial. Siembras más tempranas e hileras angostas con sembradoras a placas para buscar el máximo rendimiento”, señaló.
Marchionni precisó que en esa zona los productores decidieron aumenetar el área con soja de primera en torno de un 15%. “Aumentan la soja de primera en detrimento del maíz aunque económicamente es más rentable el maíz”, opinó.
Guillermo Alonso, gerente del servicio técnico de Nidera Semillas, es uno de los técnicos que creen que en esta campaña hay que apuntar, con suelos húmedos cercanos a capacidad de campo, a un manejo “ofensivo” del cultivo de soja.
“Así como la campaña pasada proponíamos un manejo defensivo que incluía aumentar el ciclo en las variedades y pasar, por ejemplo, de un grupo 3 largo a un 4 largo, de un 4 corto a un 5 corto o de un variedad de grupo 6 a un grupo 7 o incluso 8, según las zonas, éste año es al revés. Es ideal para un manejo ofensivo y bajar maduraciones, apostar a las variedades más cortas y las de máximo potencial dentro de los grupo de madurez que permitan cada zona”, precisó.
Para Joaquín Lopetegui, gerente de soja de Don Mario, con la recarga de humedad que hubo en el perfil de los suelos es posible apuntar a planteos de alta productividad, “dependiendo del ambiente” que se explore con el cultivo. “Por ejemplo, para la zona núcleo, en lotes de alta productividad podemos apuntar a fechas de siembra de 10 al 20 octubre usando la diferencia en días de las variedades [según la variedad] para diversificar períodos críticos”, contó.
“Si, en cambio, partimos de una situación de menor productividad, ya sea por un lote con alto porcentaje de arena (poca recarga de agua), bajo en fertilidad, etcétera, la mejor estrategia sería retrasar la fecha de siembra para la primera semana de noviembre. En tanto, si el ambiente es inferior no descartar siembras del 15/20 de noviembre con materiales de grupo 4 largo/5 corto en donde si la situación climática es favorable pueden tener un potencial de rendimiento muy interesante a pesar de estar sembrados casi un mes más tarde”, agregó el ejecutivo.
En cuanto a densidades, Alonso explicó que no hay que ” quedarse corto sobre todo con las variedades de alto índice de cosecha ni tampoco excederse en las variedades altas y que compensan con muchas ramificaciones y pueden tener mas tendencia al vuelco”.
A lo que agregó que la mayor respuesta al acortamiento en la distancia entre hileras la pueden tener las variedades más cortas y erectas, con los perfiles bien cargados de humedad.
Chequear la germinación
Julio Lieutier, asesor del CREA Seguí-La Oriental, en el norte de Buenos Aires, estima un aumento del área sembrada con soja de primera del 10 al 15% en el grupo de productores. En cuanto a la soja de segunda repetirá la superficie de 2011 porque la cebada reemplazó al trigo. Este cultivo sufrió una caída del 66% en la superficie implantada en el CREA.
Considerando los datos de asesores de la zona, Pedro Estrugamou, coordinador de los CREA del norte de Buenos Aires, indicó que, aunque “a definirse”, para soja de primera el aumento esperado en la región es del 25 al 35 por ciento.
Para este año, Lieutier aconseja sembrar allí desde el 15 de octubre hasta el 5 de noviembre y utilizar variedades de ciclo corto con el fin de aprovechar las frecuentes lluvias que se pronostican para los meses primaverales y para hacer coincidir los estados reproductivos con períodos húmedos.
Para tener en cuenta: la semilla de soja debe tener buen poder germinativo, sobre todo para siembras tempranas en suelos que tienen baja temperatura.
Nicolás Marin Moreno, asesor del CREA Río Quinto, en el sur de Santa Fe, lo puso en otros términos. “Hay partidas de semilla de uso propio con una germinación del 60 al 70% que no pueden utilizarse para sembrar. Hay que hacer una prueba de vigor con semilla curada y sólo utilizar las partidas que muestren alto valores”, aconsejó.
Según Marchionni, al sembrar temprano se deben utilizar los mejores fungicidas, insecticidas e inoculantes. Para ello destacó la importancia de las semillas tratadas con las modernas técnicas del llamado tratamientos profesional. De acuerdo con el productor, además hay que usar semillas fiscalizadas con alto cold test (prueba de frío) y PG (poder germinativo) del orden de 95% con bajo daño mecánico.
Productores y técnicos también ya tienen sus estrategias para las malezas más problemáticas como la rama negra. Lieutier aconseja evitar el desarrollo de rama negra antes de sembrar, porque, afirma, no se puede combatir con facilidad después. Para esto recomienda realizar aplicaciones con herbicidas residuales -2,4D, Clorimuron, entre otros- durante el barbecho, cuando aún se encuentra en estado vegetativo.
Para Marchionni, “hay que tener las malezas controladas, sobre todo las resistentes, antes de la siembra de soja.

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