martes, 2 de octubre de 2012


Cae la exportación de fruta fresca tucumana

Un tipo de cambio atrasado es suficiente señal para interpretar que hoy por hoy no es un gran negocio ser exportador en la Argentina. Así quedó demostrado en un reciente informe elaborado por la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo, en la que se analizaron los principales complejos exportadores, su localización territorial y cómo evolucionaron las ventas de esos rubros en los primeros seis meses del año.





Un tipo de cambio atrasado es suficiente señal para interpretar que hoy por hoy no es un gran negocio ser exportador en la Argentina. Así quedó demostrado en un reciente informe elaborado por la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo, en la que se analizaron los principales complejos exportadores, su localización territorial y cómo evolucionaron las ventas de esos rubros en los primeros seis meses del año. 

Según esta agencia, las exportaciones cayeron en promedio 1% en el semestre, pero el dato relevante es que en junio se derrumbaron 10% y la expectativa para julio es aún más desoladora.
Las jurisdicciones más afectadas en el semestre fueron San Juan, Catamarca, Río Negro, Tucumán y Mendoza. Río Negro, Tucumán y Mendoza se vieron afectadas por la merma del 23% en las ventas de frutas frescas y del 16% en frutas secas o procesadas. Este complejo representa el 2% de las exportaciones totales, del cual las provincias generan el 28%, el 25% y el 16% respectivamente.
Frente a este escenario, la presidenta de la Cámara de Comercio Exterior de Tucumán, Ana María Marchesi, sostuvo que el objetivo de los exportadores de nuestra provincia es "por lo menos revertir el porcentaje que está negativo, que debe ser un 1%, a neutro".
La sequía que afectó nuestra provincia durante el último período estival se hizo sentir especialmente en la citricultura. El limón sufrió severos daños por lo que se prevé que la cosecha del 2012 será mucho menor a la del año pasado. El presidente de la Asociación Tucumana de Citrus, Roberto Sánchez Loria, informó que a causa del fenómeno climático las exportaciones se vieron afectadas "por la menor cantidad de fruta".
"No creo que la cosecha para exportación vaya mas allá de los primeros días de septiembre porque hay poca fruta. Probablemente tengamos una cosecha más corta que el año anterior", resaltó. Hizo hincapié en que las negociaciones para el reingreso del limón tucumano a Estados Unidos "están en el ultimo eslabón, que es el tema sanitario". Opinó que las gestiones se desarrollan dentro de la agenda establecida. Sostuvo que las operaciones del sector citrícola tucumano en los mercados asiáticos de Oriente son cada vez más importantes. "Significa que, año a año, en forma paulatina e interrumpida, se consolida nuestra presencia en esos mercados", añadió. Sánchez Loria comentó que se trabaja para modificar el protocolo firmado con Japón, que incluye la necesidad de transportar los limones en frío. "El limón, en condiciones normales, no es hospedero de la mosca de la fruta", destacó. Esta modificación tendrá un efecto directo sobre el protocolo con China, que tiene similares exigencias.
Un caso dramático

Un cultivo que este año tuvo una pésima temporada es el de la frutilla, que resultó afectado por cambios en la política arancelaria que Estados Unidos impone a la Argentina. La decisión del gobierno de Barack Obama de suspender a la Argentina del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP, por sus siglas en inglés), que eximía a nuestro país del pago de aranceles de exportación al mercado estadounidense, puso en situación de quebranto inexorable al sector que aporta el 80% de la frutilla que la Argentina vende al exterior. La drástica decisión fue la consecuencia del incumplimiento de un fallo contra la Argentina, en una disputa llevada al Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones). A causa de este cambio en las reglas del juego, la frutilla tucumana tuvo que afrontar esta temporada aranceles del 11% para comercializarse en el mercado norteamericano.
El sector frutillero había logrado un crecimiento importante hasta 2007 pero, por efecto de los mayores costos, la superficie implantada con frutillas en Tucumán cayó un 60% en la actualidad, al pasar de 800 hectáreas a 350 hectáreas. Así lo aseguró a LA GACETA el presidente de la Cámara de Empresarios, Productores y Viveristas de Frutillas de Tucumán, Daniel Bianciotti. "El de Estados Unidos era el único mercado en el que teníamos arancel cero, y lo perdimos. Ya no podíamos exportar a Europa, porque debíamos pagar un 14,4%", explicó.
Bianciotti enfatizó que no sólo el problema arancelario desplomó la campaña exportadora de la frutilla en la presente temporada. "La pérdida de competitividad es cada vez mayor. Para ser competitivos hay que ser eficientes, haber incorporado tecnología, y tener un tipo de cambio que sirva. O sea, cada una de estas variables por sí misma no resuelve el problema, sino que actúan en conjunto. Y hoy el tema de la paridad cambiaria está muy complicado para nosotros", indicó.
Según el dirigente, no queda mucho margen para que la actividad de la frutilla sea más eficiente. "Hasta 2007, exportamos 15.000 toneladas de frutillas, para luego caer a 8.000 toneladas en 2011, y a no más de 5.000 toneladas este año. Y esto ocurre porque no ganamos dinero, simplemente. Si tenemos una suba de los costos salariales del 200% no tenemos mucho futuro, teniendo en cuenta de que hablamos de una actividad intensiva que forma parte de las economías regionales, y que es mano de obra dependiente", finalizó Bianciotti.

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