jueves, 25 de octubre de 2012


Agricultores europeos rechazan la limitación de biodiesel que propondrá la CE

El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca) mostró hoy su rechazo a la futura normativa de limitación de los biocombustibles provenientes de cultivos que presentará mañana la Comisión Europea (CE). Representantes y dirigentes de la industria de biocombustibles pidieron por carta a la CE que reestudie la propuesta y advirtieron de que “un [...]
El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca) mostró hoy su rechazo a la futura normativa de limitación de los biocombustibles provenientes de cultivos que presentará mañana la Comisión Europea (CE).
Representantes y dirigentes de la industria de biocombustibles pidieron por carta a la CE que reestudie la propuesta y advirtieron de que “un cambio fundamental de la política europea de biocombustibles tendrá un grave impacto sobre la bioeconomía, el empleo y las futuras inversiones en biocombustibles”.
Según el borrador de la propuesta publicado hace unos días, del que se hace eco Copa-Cogeca, Bruselas propondrá limitar a un 5 % el uso de biocombustibles obtenidos de cultivos agrícolas dado su impacto en los precios agrícolas.
“Sin un marco político estable, no habrá inversiones futuras en los biocombustibles avanzados en Europa”, advierte la misiva, que recuerda al Ejecutivo que la industria europea de los biocombustibles ha realizado inversiones que alcanzan los 14.000 millones de euros.
Igualmente, también advirtieron de que “el impacto combinado de los planes de la Comisión Europea impedirá a la UE alcanzar sus objetivos de 2020, particularmente en el marco de la Directiva relativa a la calidad de la gasolina”.
El secretario general de Copa-Cogeca, Pekka Pesonen, destacó que “cualquier propuesta debe garantizar la confianza de los inversores y evitar que se pongan en peligro los objetivos de 2020 fijados en el marco de las políticas existentes”.
Copa-Cogeca consideró que los biocombustibles ofrecen numerosas ventajas “en términos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, dependencia energética y creación de empleo en las zonas rurales de la UE”.
Respecto a los productos secundarios, señaló que están producidos “conforme a normas estrictas de certificación” y que “alivian la presión en los países extracomunitarios para producir soja y ayudan a luchar contra la desforestación de las selvas tropicales”.

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