martes, 24 de julio de 2012

YPF: tras la euforia de la “reconquista”, comienza a sentirse el trago amargo de toparse con la cruda realidad



Pasaron más de tres meses desde la nacionalización y el socio privado aún no aparece. Tras la salida de Repsol, el Gobierno se había entusiasmado con un rápido reemplazo. Pero las grandes firmas buscan cubrirse con un “decálogo” de exigencias. Los “asuntos internos” de la petrolera
Pasaron algo más de tres meses. El socio privado no aparece y la petrolera YPF navega por aguas turbulentas. Todo parece encaminarse hacia un escenario más complejo del que el Gobierno preveía inicialmente.
Sucede que el tan anunciado plan de optimización de la compañía -tendiente al repunte de la producción y al rastreo de nuevos yacimientos- se dilata, por la falta de un accionista que ponga la plata que hace falta para aprovechar la riqueza del suelo argentino.
Fue el mismo Miguel Galuccio, CEO de YPF, quien detalló la necesidad de la empresa de avanzar endesembolsos por unos u$s3.500 millones (para este 2012) y de nada menos que u$s35.000 millones para el período 2013-2017.
“Para conseguirlo, necesitaremos la confianza y el compromiso de nuestros inversores”, indica el texto que forma parte de una circular de la embajada de Argentina en Washington.
Y es precisamente la falta de este punto -la confianza- lo que hace que los planes se demoren y se torneincierto el panorama de la petrolera a corto plazo, más allá de la voluntad del CEO y del propio Gobierno en seducir a inversores.
Y no faltan voces en las provincias petroleras que dan a este año por perdido, en términos de negocios, y ya comenzaron a “olfatear” que las cosas no van a ser tan fáciles como en principio se preveía.
Por lo pronto, trascendió -según varios referentes del sector que apelan al off de récord, por temor a represalias- que YPF viene enfrentando problemas de caja.
Los pagos a algunos pagos a proveedores chicos tuvieron que ser “pateados” a noventa días, registródemoras en el cumplimiento del último vencimiento de IVA ($150 millones) y en la cancelación de un préstamotomado a Repsol (u$s125 millones), para el que debió solicitar asistencia al Banco Nación.
“No podemos perder más tiempo para atraer capitales, porque las complicaciones irán en aumento”, advirtió Guillermo Coco, ministro de Energía de Neuquén.
Por supuesto, no es el único que ha comenzado a impacientarse. Al igual que él, muchos funcionarios temen que la carta fuerte de YPF que es “Vaca Muerta” -el tercer yacimiento de shale gas más importante del mundo-comience a opacarse, si es que surgen nuevos descubrimientos en otros países que, por cierto, están a la orden del día.
Quizá no de la misma envergadura, pero en naciones percibidas como más seguras en términos jurídicos. Sucede que el monto a desembolsar asciende a la friolera de u$s20.000 millones, según cálculos de la consultora Analytica.
Por lo pronto, la abrupta forma en que se dio la expropiación a Repsol no viene, justamente, a ser de gran ayuda para el “curriculum” argentino.
“Se requiere de inversiones multimillonarias para lograr una producción que cubra el 30% o 40% del consumo nacional”, enfatizó Eduardo Barreiro, experto en hidrocarburos y directivo de la Sociedad de Ingenieros de Petróleo de Argentina.
La “listita” de exigencias
A los pocos días de la expropiación, el Gobierno se había encargado de mostrar que el reemplazo de Repsolpor otro jugador de peso internacional iba a ser poco menos que un “trámite” sencillo.
Pero el tiempo pasa y aún no ha habido novedades de magnitud. Ya en abril los funcionarios se apuraron a mencionar algunos candidatos, aunque éstos sólo apuntaban a tejer acuerdos para emprendimientos muy puntuales.
En ese sentido, y según precisaron a iProfesional.com fuentes de organizaciones como Fecra y Cecha -la confederación que reúne a los empresarios del sector- tanto las estadounidenses Conoco Phillips, Exxon y Chevron, como la uruguaya Ancap o la francesa Total, acercaron al oficialismo una serie de requisitos a ser considerados para trabajar junto con YPF.
“Fijaron condiciones tan duras que es como si hubieran dicho que no les interesaba participar ni aportar financiamiento para la explotación de nuevas cuencas”, señaló a iProfesional.com un empresario cercano a las negociaciones.
Fuentes consultadas reconocieron que para entrar, las petroleras piden, entre otros requisitos, el siguiente“decálogo”:
“Los requerimientos de las petroleras son siempre los mismos: precios, manejo de utilidades, dólar y marco regulatorio”, reconoció un encumbrado ejecutivo de la industria.
En tanto, Rosario Sica, titular de Fecra, señaló a iProfesional.com: ”Saben que si entran en un litigio judicial dentro del país, llevan las de perder. Las faltas de reglas de juego claras y de largo plazo es lo que hace que no muestren mayor entusiasmo en participar del negocio petrolero en la Argentina”.
¿Quién pone la plata? 
Por lo pronto, el desfile de nombres continúa y las propuestas para tentar a empresas extranjeras a que inviertan, también.
Días atrás, directivos de YPF tomaron contacto con algunas firmas para seducirlas con la idea de una mega refinería en Bahía Blanca, que funcionaría con petróleo importado de Venezuela.
Fluor DanielTechnip, y Foster fueron parte de la ronda de reuniones, las tres con opciones tecnológicas distintas.
En rigor de verdad, se trata de un proyecto que fue concebido en el seno de la gestión de la familia Eskenazi y la española Repsol, hace al menos un año y medio. Entre otras cosas, habían comprado terrenos en Bahía Blanca para emplazar la destilería y contaban con el visto bueno del Gobierno.
¿Cuánta plata hace falta? Unos u$s7.000 millones a no menos de cinco años.
También generó entusiasmo el encuentro que, en junio pasado, sostuvieron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el primer ministro chino, WenJiabao, que dio lugar a múltiples especulaciones sobre unpotencial acuerdo con el gigante petrolero CNOOC, ya presente en el país de la mano de Bulgheroni.
Pero las condiciones impuestas por los ejecutivos orientales (muchas de ellas enunciadas en los diez puntos precedentes) desalentaron al menos por el momento cualquier tipo de convenio.
También hubo entusiasmo en filas oficiales cuando se supo que el magnate Carlos Slim había comprado el 8% de las acciones de YPF. Pero la buena noticia duró poco, ya que a las pocas horas el hijo del multimillonario salió al ruedo a aclarar que no respondía a cuestiones estratégicas sino a la ejecución de una garantía financiera, porque Enrique Eskenazi no podía devolverle el dinero prestado.
Por lo pronto, ExxonMobil, Chevron, Shell, Sinopec, Gazprom, EOG Resources y Pan American Energy “miran el partido” desde afuera.
Fuentes del sector indicaron a iProfesional.com que, hoy por hoy, la prioridad del Gobierno pasa por cerrar al menos un acuerdo de asociación con alguna petrolera de peso para tentar luego a otras.
En este marco, tampoco pasó desapercibido que Cristina Kirchner se haya reunido, en el marco del G20, con Vladimir Putin, presidente de Rusia y hombre fuerte de Gazprom.
La lista de “invitados” sigue pero, por ahora, nadie se hizo presente.
Escaramuzas en el frente interno
A la par de las complicaciones para conseguir un socio, las aguas de la petrolera se mantienen agitadas por el surgimiento de diferencias dentro de la compañía que, incluso, llevaron al CEO de YPF a amenazar con renunciar en un par de oportunidades, si bien esto fue desmentido rápidamente desde filas oficiales.
Como reza el dicho popular, “sin plata todo es más difícil”. Y más aun si a esto se suma una tendencia que ha ido escalando como lo es la “fuga de talentos”.
Días atrás renunció Teodoro Marcó, un ejecutivo y abogado muy cercano al CEO de YPF.
Bajo responsabilidad del mencionado Marcó estaba el manejo de Profértil (líder en fertilizantes), Mega(separación y fraccionamiento gas y otros componentes), YPF Servicios Petroleros, YPF Internacional y AESA.
En situaciones como la de la petrolera y su cambio de empresa privada a estatal “es común que se produzcauna fuga de talentos en el caso de los perfiles que, como el de los ingenieros y técnicos, están muy demandados en el mercado”, señaló Eduardo Press, director de la Escuela Argentina de Psicología Organizacional.
Lío en los surtidores
Otro gran inconveniente para la nueva YPF pasa por lo que acontece en los surtidores que expenden el combustible de la marca.
En primer lugar, porque el aumento del 7% que aplicó la firma al precio de su nafta super a comienzos de julio -tras el incremento efectuado en marzo- levantó polvareda entre los defensores de la política de precios bajos.
Ahora, ésta ya se ubica en un valor cercano a los $6,00 en las bocas de expendio porteñas, mientras que laPremium se vende a $6,50.
Pero hay otra cuestión aun más compleja, que tiene que ver con la calidad de la super.
Se conoció que la firma evalúa volver a bajar el octanaje para poder asegurar el abastecimiento de combustibles a todos sus puntos de venta.
¿Qué es el octanaje? Es la capacidad de combustión que hace al rendimiento de un determinado tipo de nafta.
Disminuir el número de octanos significa contar con mayor cantidad a un costo de refinamiento sustancialmente menor.
El inconveniente radica -tal como diera cuenta iProfesional.com- en que esta calidad no es compatible con el90% de los vehículos nafteros que circulan en Argentina, que demandan al menos 95 octanos para funcionar sin inconvenientes y a la potencia debida.
En el primer tramo del año se había reducido a 93 octanos. En el sector hacen referencia a que el problema se inició en épocas de Repsol y que esta “pesada herencia” no será fácil de revertir.
Según expertos consultados por este medio, esta menor calidad deriva, con el paso del tiempo, en el pistoneo y en fallas del motor.
Tal como aseguró a iProfesional.com Gustavo Der Ohanessian, reconocido piloto de TC2000, excampeón de Turismo Nacional y actual instructor de BMW, “aplicarle a un auto que demanda un determinado número de octanos una nafta de un índice más bajo puede derivar, a largo plazo, en el daño del pistón y de otras piezas o en la rotura total del motor”.
Ahora, se está por avanzar en una segunda reducción del octanaje. Según trascendió, en los últimos 40 días técnicos de YPF mantuvieron tres reuniones en la Secretaría de Energía para solicitar la autorización para este cambio.
De los encuentros participaron también representantes de los fabricantes de autos agrupados en la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), quienes se manifestaron reacios a avanzar con esta medida.
Este tipo de modificaciones prácticamente obliga a los usuarios que antes cargaban super a pasarse a la categoría más alta en calidad -la llamada Premium- si es que no quieren correr riesgos.
Al respecto, Rosario Sica, detalló a iProfesional.com que “la menor calidad es la respuesta a los problemas de abastecimiento. Como buena parte del combustible se importa se puede comprar más cantidad a un precio más barato”.
¿Cuáles son los vehículos que pueden resultar más afectados, si es que no optan por reemplazar la carga por combustible “Premium”? Los más nuevos, que son los que requieren incluso más de 95 octanos.
Al respecto, la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles es contundente: “La baja de octanos ya está generando todo tipo de quejas”.
Y recalcó que “con suerte, el mercado recién estará estable y abastecido en alrededor de cinco años”.
Demasiado tiempo para una YPF que -al igual que el tema de la calidad- debe enfrentar problemas de demandaalgo más importantegenerar la confianza suficiente para “conquistar” a inversores privados que crean a largo plazo, vengan al país y pongan la plata.

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