martes, 31 de julio de 2012

La sequía podría extenderse a próximas campañas en EE.UU.


La evolución favorable de los granos corre peligro, aún si algunas lluvias acompañan. La seca ya habria causado daños irreversibles.
El último episodio de sequía severa general que afectó al área agrícola norteamericana tuvo lugar mientras se desarrollaba un episodio de “La Niña”. Por esta causa, llama mucho la atención que el presente episodio de sequía severa general esté teniendo lugar mientras se desarrolla un episodio de “El Niño”, destaca Eduardo Sierra en su informe sobre las condiciones climáticas de EE.UU.
Asimismo, explica que el índice de Palmer señala un proceso de sequía que está alcanzando un elevado valor acumulado, lo cual implica que los cultivos han venido cumpliendo su ciclo en un ambiente más seco y caluroso que lo normal.
Esto implica que es muy probable que ya se hayan producido daños irreversibles, que no podrán ser revertidos por lluvias que puedan registrarse en el futuro.
Por su parte, el pronóstico estacional de riesgo de sequía, elaborado conjuntamente por NOAA y USDA indica una alta probabilidad de que el avance de la sequía se prolongue durante la mayor parte de la estación de verano y, posiblemente, afecte al otoño próximo, dificultando la implantación de los cultivos de invierno de la campaña 2013/2014.
Incluso, existe la posibilidad de que el clima norteamericano no logre volver a un estado totalmente normal.
Según recientes investigaciones, las sequías extremas en el área agrícola norteamericana estarían relacionadas con dos indicadores climáticos de larga duración la “Oscilación Decadal del Pacífico (PDO)” y la “Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO)”.
Estos factores habrían sido los que determinaron el prolongado período seco, denominado “Dust Bowl”,  que extendió desde fines de la década de 1920 hasta mediados de la década de 1950, siendo una de las causas de la gran depresión de la década de 1930.
Según las observaciones disponibles, estos factores estarían entrando nuevamente en fases con efectos negativos sobre el régimen hídrico del Continente Norteamericano.
Si dicha teoría resultara acertada, sería probable que el área agrícola norteamericana vuelva a experimentar una prolongada racha de años secos, que limitarían su producción agropecuaria.
Aunque en principio, esto generaría una tendencia alcista en los mercados, cabe recordar que, durante el “Dust Bowl”, el área agrícola argentina sufrió igualmente una prolongada sequía que afectó considerablemente su capacidad productiva.

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