viernes, 13 de julio de 2012

Exportaciones, clave para la actividad apícola



Desde 2005 a esta parte la cantidad de colmenas en el país cayó un 45%. En nuestra región quedan sólo 85 productores. Buscan que la gente consuma más miel
El 40% de la miel que se produce en todo el país pertenece a colmenas de la provincia de Buenos Aires, y el Gran La Plata compone una de las regiones bonaerenses con mayor actividad apícola. Los datos aportados desde el ministerio de Asuntos Agrarios, incluyen a nuestra zona como una pieza importante para la exportación de miel tanto a Estados Unidos como a países de Europa, los principales clientes de un mercado de consumo que, sin embargo, no logra imponerse en el país. Pues los argentinos prefieren la mermelada o el dulce de leche.





Tal es así que desde 2005 a esta parte el número de colmenas en Argentina retrocedió de 3.800.000 a las 2.200.000 existentes actualmente, de acuerdo a los informes recogidos en organismos y entidades dedicadas a la actividad.





Se calcula que el consumo de miel en nuestro país por habitante, por año, es de 250 gramos, mientras en los países desarrollados de Europa llega a los tres kilos.





Este último indicador va de la mano con las exportaciones y el consumo interno de lo que se produce tanto a nivel nacional como en la Provincia y el Gran La Plata: el 95% de la miel argentina se vende al exterior y el 5% restante se comercializa en el país, según consignaron en la Unidad de Coordinación Apícola de la cartera agraria bonaerense.





“Por una cuestión de costos y de cultura la gente elige la mermelada o el dulce de leche, pero muchos no saben del valor nutricional que tiene la miel y que difícilmente aporten otros dulces”, dijo el titular del organismo Ariel Guardia López, y agregó que “por eso lanzamos una campaña para promocionar el consumo de miel, lograr que por ejemplo se use en los alfajores y otras golosinas; hay una página web donde la gente puede informarse de todas sus propiedades nutritivas, se llama www.lamielhacebien.com.ar”





Los apicultores señalaron que el año pasado unos 7.000 productores argentinos obtuvieron unas 80 mil toneladas de miel, y estiman que debido a la sequía este año la producción será de 60 mil toneladas, o sea 20 mil menos.





Este fenómeno puede hacer que aún más apicultores dejen la actividad, dijeron los especialistas consultados.





En La Plata -Etcheverry, Arana y Gorina- y zonas aledaña como Magdalena, Punta Indio, San Vicente, Brandsen y Berisso, desarrollan su actividad unos 85 productores apícolas, en su gran mayoría medianos (200 colmenas) y pequeños (hasta 50 colmenas).





Solo existe una cabaña en Arana de las denominadas “grandes” pero que se dedica -junto con la del ministerio de Asuntos Agrarios ubicada en la localidad de Gral. Belgrano- a producir y exportar abejas reinas con genética propia (ver aparte).





El pro medio de la zona es de 30 kilogramos de miel por colmena, por año. O sea que un productor que posee 50 colmenas, obtiene 1.500 kilos anuales.





En esta primera cadena de comercialización, el precio de la miel varía entre los $8,20 y $9,40 y se vende en tambores de 330 kilos al exterior.





Solo hay dos fraccionadoras en la Provincia, una en General Sarmiento y otra en Escobar, que son las que luego distribuyen el producto en los envases que llegan a las góndolas de los supermercados locales.





Se consignó, además, que los productores de la Región tienen a la apicultura como una actividad secundaria.





Berisso es una de las ciudades costaneras más aptas para la producción de miel, “se dice que es una zona de autoestimulación porque el clima permite que la floración arranque antes, lo que hace que las colmenas tengan mayor población y puedan generar núcleos o paquetes de abejas que sirven a su vez para generar otro colmenar.





“Una de las características de la Región es que aquí se producen mieles claras, que salen rápidamente a Estados Unidos. Las mieles oscuras se venden a países de Europa. Y el color depende la floración, en el Gran La Plata compuesta por cardos y mucha variedad de leguminosas”, sostuvo Guardia López.





El funcionario también hizo hincapié en la necesidad de mejorar el mercado interno. La idea es que los productores puedan vender fraccionado, y que los compradores busquen buenos envases y etiquetas para que el producto llegue con la mejor presentación posible a las góndolas de los supermercados, donde hoy en día los clientes pagan entre 40 y 50 pesos el kilo de miel.

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