domingo, 15 de julio de 2012

Experta destacó avance en bienestar animal, pero ve fallas en los predios


URUGUAY : Datos. En cuatro años se lograron disminuir pérdidas a la mitad en carne.
Si bien Uruguay ha avanzado en el bienestar animal al momento del sacrificio, todavía queda mucho por hacer a nivel de establecimientos agropecuarios, según la experta estadounidense Temple Grandin.
Los consumidores no sólo exigen que el producto que compran sea de la mejor calidad, también presionan para que el animal que aportó la proteína haya sido sacrificado sin sufrimiento. Y esto cobra más relevancia de cara al próximo año en que la Unión Europea aplicará una nueva normativa para la faena de los animales cuya carne va con destino al bloque y que contempla mejoras en el bienestar animal.
En 2003/2004, cuando el bienestar animal recién comenzaba a estar en boca de los países del primer mundo, un relevamiento a nivel país en la cadena cárnica mostró que se perdían US$ 32,52 por cada novillo que llegaba a la faena debido a los machucones causados por malos manejos durante la producción o el transporte. Los machucones estaban en el 60% de las carcasas (medias reses) de los animales que llegaban a los frigoríficos.
Desde ese entonces Uruguay ha seguido a rajatabla los lineamientos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el organismo de referencia cuyas normas sanitarias son refrendadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) en busca de una mejora. Y los avances han sido sustanciales, principalmente a partir de la capacitación que realizó la experta estadounidense Grandin (Universidad del Estado de Colorado) y un grupo de técnicos locales de elite, aportados por el Instituto Plan Agropecuario, Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, Facultad de Veterinaria e Instituto Nacional de Carnes.

 
Ya en 2008 tras la capacitación a operarios de la industria frigorífica, transportistas, productores y personal de campo, los daños económicos se lograron bajar a la mitad. Ahora se dan pasos para mejorar la performance en otros rubros, como es el caso de las vacas lecheras.
Por eso, la experta estadounidense en Bienestar Animal, Grandin, volvió al país donde disertará en el marco del Congreso Internacional de Bienestar Animal, Avances y Estrategias para el futuro de las especies productivas y el 2º Encuentro Regional de Investigación en Bienestar Animal. El evento es organizado por INAC, INIA, MGAP, Facultad de Veterinaria y el Plan Agropecuario.
VISIÓN. Tras recorrer establecimientos a lo largo de todo el país además de la industria frigorífica, Grandin afirmó ayer que “Uruguay logró avanzar muchísimo. Como país exportador de carne tiene muchas ventajas, es un país que exporta y no un cliente. Lo mismo le ocurrió a Nueva Zelanda y Australia”. Sin embargo, según su visión, “una de las cosas que Uruguay precisa hacer, es poner en práctica un buen sistema de auditoría. Noté varias veces que se realizan talleres para las personas, hay mucho entusiasmo con las prácticas nuevas de manejo de los animales, pero lo que suele suceder es que cuando vuelven a sus establecimientos no ponen estas prácticas en marcha o las ponen parcialmente y se van deteriorando”, advirtió la experta de la Universidad de Colorado.
Evitar mayores pérdidas económicas en la cadena cárnica y en los predios es fundamental, pero más importante aún es mantener abierto los mercados, porque una sola prueba de maltrato animal puede dejar a Uruguay fuera del circuito exportador, que hoy se vuelve relevante ante un panorama internacional promisorio para las proteínas de origen animal.
NOTORIO AVANCE. Para la especialista en calidad de carne y una de las pioneras en la capacitación sobre bienestar animal, Stella Maris Huertas, el progreso logrado en el país también es notorio.
“A todos los niveles hubo un importante avance, porque la gente está muy convencida de que esto no es broma, de que realmente tiene una importancia trascendente, no sólo desde el punto de vista ético y moral, sino desde el punto de vista económico, porque evita perder dinero”, destacó en diálogo con El País.
A nivel de la industria se ve muy claro ese adelanto en todo lo que “es inversión en instalaciones y en capacitación del personal. A nivel de establecimientos rurales hay grandes mejoras en lo que son corrales, tubos y también hemos capacitado a mucho personal”, dijo Huertas.
Pero no sólo en la producción de carne se avanzó mucho, también se dieron pasos firmes en lechería.
“Hay importantes avances, aunque todavía falta. Creo que el avance es en todos los niveles, pero todavía queda mucho por hacer. Encontramos a todos los eslabones de la cadena muy abiertos a mejorar”, destacó Huertas.
En este sector, según la experta de la Facultad de Veterinaria, los datos de las investigaciones indican que “el tratamiento no demasiado gentil de los animales, puede llegar a dar una pérdida de más del 20%, sea por bajas de calidad o por caída del volumen producido. También hay pérdidas económicas por los tratamientos con medicamentos veterinarios que hay que hacerles a los animales afectados”. Es por eso que “todo lo que apunte a tener buenas prácticas de manejo de los animales, no sólo es beneficioso para ellos, sino también para el predio productor de la materia prima y para el país”.
Por su parte, Francisco Muzio, director de los Servicios Ganaderos, recordó que “la nueva normativa de la Unión Europea para la faena de animales con ese destino -comenzará a ser aplicada el año que viene- está obligando a realizar un seguimiento muy cercano del bienestar animal”. En las últimas auditorías de la Unión Europea a la cadena cárnica, se puso mucho énfasis en este tema.
“Es muy importante el rol que cumplió la Organización Mundial de Sanidad Animal. Uruguay está alineado a esas grandes estrategias, en la visión de que el bienestar animal tiene que ser compatible con la producción animal”, destacó Muzio.
En tanto, el presidente del Instituto Nacional de Carnes, Luis Alfredo Fratti, también remarcó el gran esfuerzo de la cadena cárnica por cumplir con este requisito. “Uruguay está más preocupado con la calidad que con la cantidad.”, remarcó el jerarca.
Lechería: Se vieron pérdidas de 20% en la producción de leche y caída de la calidad.
Trabajo: En 2003/04 se perdían US$ 32,52 por novillo debido al mal manejo animal.

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