miércoles, 25 de julio de 2012

El uso de mapas de rendimiento


Me desempeño en el área de soporte de productos de la firma Sensor. Imaginemos la siguiente situación: el rinde promedio del cultivo de maíz fue de 90 quintales por hectárea, pero se sospecha que algunas zonas llegaron a producir hasta 130 qq/ha mientras otras tan sólo 60. Si el agricultor supiera a ciencia cierta qué [...]

Me desempeño en el área de soporte de productos de la firma Sensor. Imaginemos la siguiente situación: el rinde promedio del cultivo de maíz fue de 90 quintales por hectárea, pero se sospecha que algunas zonas llegaron a producir hasta 130 qq/ha mientras otras tan sólo 60. Si el agricultor supiera a ciencia cierta qué zonas son las que más producen, ¿las trataría de modo distinto? Esto es lo que un mapa de rendimiento intenta reflejar: la variación espacial de la producción.
Los mapas de rendimiento se obtienen a partir de los datos recopilados por una cosechadora que incluye un sistema de posicionamiento de vehículos junto con un sistema de sensores que calculan la cantidad de grano cosechado.
Obtenido el mapa, su interpretación es también muy importante, ya que una mala elección de la representación del mapa puede ser desorientativa, en lugar de ayudar a tomar decisiones. ¿Cuáles son los posibles errores cometidos durante la elaboración de un mapa de rendimiento? Entre otros, vale mencionar: desconocimiento de la anchura de la cosecha entrante en el cabezal durante la recolección; retardo del grano a través del mecanismo de trilla; errores inherentes de precisión propios de GPS; salida de grano a través del sistema de transporte de la cosechadora; pérdida de grano por parte de la cosechadora, y precisión y calibración de los sensores.
Entre las condiciones mínimas para un buen mapeo hay que destacar, entre otros puntos:
1) revisar el estado general de la maquina, lo que incluye sistema hidráulico, eléctrico neumático y rodamientos (acción rutinaria de cualquier maquina agrícola);
2) calibración de sensores de rotación y demás sensores que determinan el normal funcionamiento;
3) calibración del monitor según tipo de cultivo elegido y dimensiones de la máquina;
4) ajuste del factor peso y humedad;
5) posición de la antena GPS en la máquina;
6) limpieza de placa de impacto y sensor de humedad;
7) buen conocimiento de manejo por parte del operador

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