martes, 24 de julio de 2012

El campo habla . . .


… que, aunque se sabe que en esta época llueve poco y que, obviamente, las temperaturas se corresponden a la época, están preocupando mucho la escasez de precipitaciones y los muy intensos fríos de las últimas semanas que ya comienzan a causar daños también al trigo (además de los graves perjuicios a la fruti y [...]
… que, aunque se sabe que en esta época llueve poco y que, obviamente, las temperaturas se corresponden a la época, están preocupando mucho la escasez de precipitaciones y los muy intensos fríos de las últimas semanas que ya comienzan a causar daños también al trigo (además de los graves perjuicios a la fruti y citricultura). Esto y la «apertura» del mercado de maíz para la comercialización de 15 millones de toneladas de la próxima cosecha (que implicó, además, el reconocimiento oficial de que el mercado estaba cerrado) fueron los temas centrales de la semana que fue particularmente activa en varios frentes. El arranque de la edición 126 de la Exposición Ganadera en Palermo (en los 146 años de vida de la Sociedad Rural Argentina, que preside Hugo Luis Biolcati); la realización del octavo seminario ganadero organizado por el Centro de Consignatarios, la Universidad Católica Argentina (UCA) y el Mercado de Liniers, que congregó a especialistas de Brasil, Paraguay, Uruguay, Estados Unidos y Colombia, además de gran cantidad de público, y que fue acompañado por un cóctel y un remate con almuerzo en el propio mercado para agasajar a los disertantes del exterior; el fracaso de las negociaciones oficiales en el sector lácteo y la 4ª conmemoración del «no positivo» de Julio Cleto Cobos, que echó por tierra la pretensión de la Administración Kirchner de imponer las retenciones móviles en 2008, fueron los principales temas que ocuparon la semana.
… que, además, se mantienen -y crecen- los conflictos en varias provincias por los aumentos inmobiliarios como Entre Ríos, Santa Fe y, obviamente, en Buenos Aires. En el caso de Córdoba, por ejemplo, se menciona que mientras históricamente la carga fiscal por el Impuesto Inmobiliario Rural era equivalente a 1 quintal de trigo por hectárea, la cifra ahora se eleva a 1 quintal, pero de soja, y eso que la provincia que comanda José Manuel de la Sota es de las que menos aumentaron el tributo. Por supuesto que los comentarios se centraron en el impacto que todas estas cargas, más los aumentos de costos, tendrán sobre la nueva campaña 2012/13 que ya se inició. En tal sentido, mientras siguen las diferencias sobre el nivel de daño de la última sequía y el volumen efectivamente recolectado de cada grano que, en todos los casos, difiere sustancialmente de las cifras publicadas por el Ministerio de Agricultura que rondan los 90 millones de toneladas (¿tal vez incorporaron el volumen de «arrastre» del ciclo anterior?), mientras que las cifras más optimistas de los privados se ubican entre 6 y 10 millones menos. A su vez, las primeras estimaciones privadas sobre la campaña que se está iniciando indican que, además de la caída en el área triguera (de alrededor del 25 por ciento-40 por ciento); el girasol podría aumentar su área por buen precio, razonable performance en el último ciclo y por ser el primer cultivo de verano en cosecharse (a partir de febrero) lo que permitiría cubrir parte de las necesidades financieras de muchos productores. Obviamente, las palmas de aumento de área (si llueve bien en primavera) se las va a llevar la soja con entre 2 y 3 millones de hectáreas más de siembra, dependiendo de lo que ocurra con el maíz, que es la gran incógnita del próximo ciclo. Es que a pesar de los actuales buenos precios internacionales, y del reciente anuncio oficial de liberar 15 millones de toneladas de la próxima cosecha (que aún no se siembra, y para lo que habría que lograr una cosecha de, al menos, 22-24 millones de toneladas) para la exportación, en realidad, pocos creen que el Gobierno mantendría esta decisión si el precio sigue subiendo, o si por razones climáticas se produce alguna merma en la Argentina. De ahí que muchos siguen dudando sobre si conviene «enterrar» u$s 450/500 por hectárea para producir
maíz, tan sujeto a los vaivenes del humor oficial, como el trigo.
… que las internas de las entidades (hay elecciones el jueves en CARBAP que, además, festeja su aniversario, y en las que una de las posibilidades es la continuidad de Alberto Frola al frente de ésta, mientras otros ya hablan de que
sería este mismo dirigente o, por lo menos alguien de CARBAP, el que suceda a Ferrero al frente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en el recambio del año próximo, y que a la bonaerense vuelva Pedro Apaolazza) se alternan con cambios en distintas áreas, tanto oficiales como semi, que siguen a la orden del día con modificaciones permanentes no demasiado justificadas, tal el caso del SENASA, donde se remueven directores, gerentes, etc., sin mucha explicación.
Igual sucedió en Exportar.Ar, donde siguen los comentarios, ya que al principio parecía que el ex de la UIA, Lascurain sucedería a Acevedo y, finalmente, en un enroque de último momento, terminó al frente del organismo otro ex UIA, como Méndez, mientras «renovaban» a todo el resto de la comisión. De todos modos, tal como están las cosas (dólar, pérdida de competitividad, restricciones, etc.), no es mucho lo que puede hacer esa área creada, justamente, para vender al exterior, cosa bastante complicada últimamente. En ese sentido, un comentario del representante de Colombia, Carlos Cano Sanz, respecto de que su país podría «ocupar» los espacios internacionales que está dejando libre la Argentina, cuyas exportaciones de carne vacuna están en un «piso» de apenas 200.000 toneladas,
provocó algún escozor entre los locales que se congregaron en la sede de la UCA. Sin embargo, el más emblemático de los productos argentinos comenzó a recibir un inesperado respaldo de los avicultores, que ahora propugnan «la liberación del mercado de carnes rojas». La actitud, tardía, era de todos modos previsible. Es que el «piso» de precios de la carne roja es el «techo» de la carne aviar, ahora jaqueada por el aumento en los costos del maíz, la suspensión de los subsidios oficiales que recibía y, para colmo, el no pago de las deudas atrasadas (reintegros, compensaciones, etc.). De ahí que no extrañe la actitud, ya que los polleros necesitan que el producto vacuno aumente como para poder hacer lo propio, sin que los consumidores vuelvan a su «viejo amor»: la dieta cárnica (roja, por supuesto). Lo que sí sorprendió fue el rumor acerca de que el propio secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, «pidió» a los híper que «suban» el precio de la carne roja, aunque no les habría aclarado que es para que no les compita a los pollos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.