martes, 3 de julio de 2012

Caída preocupante en exportación de carnes



Las exportaciones de carnes argentinas han ingresado en un peligroso ciclo en el que los costos de producción ya no son compatibles con el volumen de demanda de los principales clientes de estos productos, es decir, los mercados europeos.
En la significativa caída de los negocios del sector, estimada en un 20 por ciento menos para este mes, tiene mucho que ver la dura crisis que atraviesa Europa, pero también las políticas de restricciones impuestas a nivel nacional tienen su cuota de responsabilidad en los errores cometidos para llegar a esta delicada situación en la que la exportación de carne vacuna deja de ser rentable. 
El problema es que la mayoría de las proyecciones empresarias estiman que en el segundo semestre de este año seguirá la actual tendencia negativa y hay quienes extienden el pesimismo, o si se prefiere una mirada más cruda de la realidad, hasta el primer semestre de 2013. La descripción que hacen los industriales del sector sobre la situación no es, precisamente, la más alentadora. Advierten que a la brusca caída de los negocios en el mercado externo debe sumarse la fuerte competencia que representa Brasil, que vende 200 dólares más barata la tonelada de carne. 
Si bien la estrategia de colocar más cortes en el mercado local, que ya la aplican la mayoría de los exportadores, se presenta como una alternativa válida en la actual coyuntura, no se puede desconocer que la disminución de compradores en mercados externos no es una buena noticia para el país. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), en su último informe mensual reveló que la participación del consumo interno en la oferta total de carne vacuna pasó de 89,7 por ciento en el período enero-abril de 2011 a 92,3 por ciento en el primer cuatrimestre de 2012. 
Las exportaciones de carne, en tanto, cayeron 2,6 puntos porcentuales de importancia relativa, al bajar de 10,3 por ciento a 7,7 por ciento, al tiempo que se observó en dicho periodo una suba en la producción (+ 4,3 por ciento) y un aumento en el consumo interno (+6,4 por ciento). Según el estudio de la entidad, el consumo por habitante en enero abril se ubicó en un nivel de 56,4 kilogramos/año y acumuló una mejora de 6,4 por ciento anual. 
No obstante, sigue 16,3 por ciento por debajo del nivel alcanzado en el primer trimestre de 2007, cuando llegó a un máximo de 67,4 kilos por año. En el caso de la Cuota Hilton -el cupo de exportación de carne vacuna sin hueso de alta calidad y valor que la Unión Europea otorga a países productores y exportadores de carnes- vale recordar que este será el quinto año consecutivo de incumplimiento por parte de Argentina. Es que hasta el mes de mayo solo embarcó el 47 por ciento de la cuota; y todo hace prever que no se podrá cumplir con la meta antes de julio. 
Esto significará una pérdida de divisas estimada en 200 millones de dólares, producto de las 12.901 toneladas que finalmente no se exportarán con respecto del cupo asignado. Debe señalarse también que con este escenario poco alentador resultará muy difícil que a nivel local se logre la reactivación del frigorífico Toba de Puerto Tirol, que es operado por el gobierno del Chaco. Los productores ganaderos necesitan, al igual que las demás actividades productivas, reglas claras y márgenes razonables de certidumbre para poder generar trabajo y riqueza para el país. Las restricciones a las exportaciones, la asignación de cuotas y permisos de exportación fueron algunos de los errores que ahora se hacen más evidentes ante la caída de las ventas en los mercados europeos y que contribuyeron a llevar a la ganadería a una difícil encrucijada.

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